IV CONGRESO VIRTUAL HISPANO AMERICANO DE ANATOMÍA PATOLÓGICA |
CONTENIDO |
|
Caso anterior |
|
Caso siguiente | |
Título | |
Presentación | |
Imágenes | |
Resumen | |
Introducción | |
Resultados | |
Discusión | |
Diagnóstico Final | |
Referencias | |
RESULTADOS | ||
El útero a su apertura mostraba en cara lateral izquierda una tumoración polipoidea, exofítica, de 4 cm de diámetro máximo, que se continuaba con un endometrio vellositario y excrecente en cara posterior uterina de 0,4 cm de espesor y que alcanzaba una extensión máxima de 2,5 cm. No existe infiltración macroscópica del miometrio que tiene un espesor medio de 1,7 cm. Histológicamente se trataba de un carcinoma adenoescamoso
(Figura 1) de endometrio (con un 75% de componente escamoso), que tenía una infiltración miometrial mínima de 0,5 cms y que se continuaba con focos de adenocarcinoma in situ en el endometrio vellositario adyacente. La neoplasia se limitaba al endometrio, no afectaba a istmo ni a cérvix uterino. Los bordes quirúrgicos estaban libres y no había invasión vascular. Los ovarios y las trompas no presentaban alteraciones y estas últimas se estudiaron en su totalidad y de forma seriada no observándose células neoplásicas en su luz. El muestreo ganglionar fue negativo (cuatro ganglios linfáticos con linfadenitis reactiva) y el líquido de lavado peritoneal tomado a diferentes niveles (pelvis menor, parietocólico derecho, parietocólico izquierdo y subdiafragmático) eran todos positivos para células neoplásicas
(Figura 2)
y en el bloque celular realizado con el líquido procedente de pelvis menor se evidenciaba un carcinoma adenoescamoso
(Figura 3).
Este hallazgo citológico hacía que la enferma pasara de un estadio Ib N0 M0 en el que no se precisa tratamiento oncológico adicional, a un estadio IIIa N0 M0 que necesita radioterapia complementaria a nivel abdominal total, con fotones de alta energía.
|
DIAGNÓSTICO FINAL | |
Presentamos un caso de un Carcinoma Adenoescamoso Endometrial Polipoideo, intracavitario, diagnosticado mediante histeroscopia, que posteriormente en la pieza tenía una mínima invasión miometrial (0,5 cm), estadio Ib, y que sorprendentemente la citología de lavado peritoneal era positiva para células neoplásicas, y en el bloque celular correspondiente se diagnosticaba de carcinoma adenoescamoso. |
|
DISCUSIÓN | |
La bibliografía consultada ofrece conclusiones contradictorias. Mientras que algunos autores (1) no relacionan la histeroscopia con citología positiva en el lavado peritoneal de pacientes con carcinoma endometrial, e incluso otros (2) tras estudio de citología de lavado tubárico sugieren que la histeroscopia no tiene ningún efecto peligroso. Hay otros autores (3, 4, 5 y 6) que favorecen la descamación y diseminación de células neoplásicas del carcinoma endometrial a través del fluido de la histeroscopia a cavidad peritoneal dando lugar a la consiguiente citología positiva a dicho nivel. La incidencia de citología de lavado peritoneal positiva para células neoplásicas en enfermas con carcinoma de endometrio sometidas a histeroscopia oscila entre un 7 %
(4) y un 9 % (3).
Estudios previos (7, 8) han demostrado que con la presión generada en la histeroscopia de 100-150 mm. de Hg. se produce en el 57- 68% de los casos descamación de células endometriales en cavidad peritoneal. Posteriormente otros estudios
(9) describen flujo tubárico de células endometriales con la presión habitual de la histeroscopia de 100 mm. de Hg, pero esto no sucede con presiones inferiores a 70 mm. de Hg.
Rose describe un caso con diseminación tumoral usando la histeroscopia con 80 mm. de Hg.
La diseminación de células neoplásicas en principio puede cambiar el pronostico y el tratamiento de le enfermedad, pero es un tema controvertido y poco claro.
Mientras que inicialmente (10) se describe un caso con histeroscopia y con una recurrencia tumoral al año de la intervención. Otros autores
(11 y 12) piensan que la citología peritoneal positiva no es un factor pronóstico desfavorable cuando el carcinoma de endometrio está localizado en útero, y creen que el impacto pronóstico de dicha citología en la supervivencia a los cinco años, en estadios I y II, no ha sido validado de forma uniforme.
Por otro lado la viabilidad de las células tumorales en cavidad peritoneal es cuestionable y si su presencia puede empeorar el pronóstico necesita de estudios con largo seguimiento de la enfermedad.
Además, la utilidad de la histeroscopia en casos de sospecha de carcinoma de endometrio es cuestionada y debatida, y su uso como procedimiento diagnóstico ha de ser limitado y manejado con precaución.
|
|
NOTAS AL PIE DE PÁGINA | |
Correspondencia: Gloria Muñoz Arias, mailto:gloria123@teleline.es. Borrero Martín J. J., mailto:jborrerom@nexo.es. Servicio de Anatomía Patológica. Hospital Juan Ramón Jiménez. Huelva, España. |
|