IV CONGRESO VIRTUAL HISPANO AMERICANO DE ANATOMÍA PATOLÓGICA 

IV-CVHAP

CONTENIDO

 

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ASCITIS Y SÍNDROME GENERAL A ESTUDIO: TUMOR DE ORIGEN DESCONOCIDO VERSUS INFECCIÓN.

Marta M. Mayorga, Emilia Hernández Nieto, Francisco Mazorra Macho, Fidel Fernandez Fernandez, Fernando Val Bernal.

Departamento de Anatomia Patológica, Hospital Universitario Marques de Valdecilla. Santander, España.

IV-CVHAP 2001 SEMINARIO-CASOS - 024

Fecha recepción: 05/02/2001
Fecha publicación: 29/06/2001
 Evaluación: Ver "Taller de Seminario de Casos"

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RESUMEN
 
   ANTECEDENTES: Mujer de 67 años que debuta con ascitis y síndrome general, con perdida de peso y diarreas. Ingresa por urgencias para estudio. 

Antecedentes personales: Hipertensión arterial, cesárea con reintervención por infección y apendicitis. 

Exploración: Aumento del perímetro abdominal, con abdomen blando y distendido y doloroso a la palpación. 

Pruebas bioquímicas: linfocitosis, disminución de la albúmina y alteración de las pruebas hepáticas. 

Pruebas complementarias: Paracentesis evacuadora con estudio citológico sugestivo de malignidad. Se realiza un estudio en busca de tumor de origen desconocido. 

   CASO: Citologicamente se observaron células atípicas aisladas y en grupos, sospechosas de adenocarcinoma ademas de linfocitosis. En la gastroscopia se observa una duodenitis leve de la que se toman biopsias. En la biopsia se observa inflamación crónica en la lamina propia y presencia de múltiples giardias en la superficie de las vellosidades. Se da tratamiento con metronidazol y antibióticos con deterioro progresivo, mala evolución y muerte. 

   CONCLUSIONES

1. Hay que estudiar el origen de la ascitis, siendo la hepatopatía crónica y los tumores causas mas frecuentes, pero sin olvidarse de otras etiologías menos habituales como la infecciosa. En el presente caso coexisten varios factores que pueden inducir la ascitis. 

2. En el caso de la infección por Giardias la hipoproteinemia actúa como un factor favorecedor de la ascitis. 

3. El liquido ascítico puede producir errores en la citología, confundiendo procesos reactivos con tumores.

Palabras clave: Giardia | adenocarcinoma | líquido ascítico
   

INTRODUCCIÓN
 


   Mujer de 67 años que comienza con ascitis y síndrome general, con perdida de peso y diarreas. Ingresa por urgencias para estudio. Se realizan tres citologías del líquido ascítico resultando una de ellas un liquido inflamatorio con células mesoteliales activadas y en los otros dos se observaban células muy atípicas, grandes, con núcleos de cromatina hipercromática, sugestivos de adenocarcinoma.

   Este es un excelente caso que demuestra aspectos de diagnóstico diferencial que, por no habituales, tendemos a olvidar en la rutina diaria.

   

RESULTADOS


  Como antecedentes personales destacan una hipertensión arterial en tratamiento farmacológico, cesárea con reintervención por infección y apendicitis.

   Ingresa por un cuadro de varios días de evolución síndrome general: vómitos, perdida de peso, astenia y diarrea, y aumento del perímetro abdominal desde hace un mes. Los vómitos son biliares dos horas después de la comida. No presenta alteraciones del ritmo intestinal.

   A la exploración hay aumento del perímetro abdominal, con abdomen distendido y blando, doloroso a la palpación en fosa ilíaca izquierda con repercusión a la zona umbilical. Se constata la presencia de ascitis.

   Destacan en las pruebas bioquímicas: linfocitosis y granulocitosis, glucemia elevada, aumento de fosfatasa alcalina, disminución de albúmina y alteraciones de las pruebas hepáticas. Las proteínas totales están disminuidas. Los marcadores tumorales son negativos excepto el Ca12.5 en sangre que está ligeramente elevado. En liquido ascítico esta elevado el ADA.

   Pruebas complementarias:

   Las radiografías de tórax y abdomen son normales, observándose ascitis con hipotonia de asas yeyunales y divertículos en sigma.

   El estudio ginecológico muestra útero y ovarios atróficos rodeados de abundante liquido ascítico. Las mamas están normales.

   La ecografía abdominal muestra un hígado sin lesiones ocupantes de espacio, vesícula biliar con colelitiasis y calibre normal y revela ascitis peri hepática entre asas y en Douglas. Se informa como hepatopatía crónica con ascitis y litiasis vesicular.

   Con el Tac abdomino-pélvico se confirma un hígado de tamaño normal sin lesiones ocupantes de espacio, así como bazo, páncreas y vesícula biliar normales. Hay ascitis en gran cantidad, sin lesiones intraabdominales ni engrosamiento peritoneal.

   El transito abdominal muestra un esófago, estomago y duodeno normales. El intestino delgado no muestra alteraciones, atravesándolo sin dificultad y alcanzando el contraste el ileon terminal al cabo de una hora. A nivel de ciego hay una amputación y estenosis en el ángulo hepático no valorables 
(Figura 1).

   Se realiza una paracentesis evacuadora de 6,500 litros. El estudio citológico muestra linfocitosis e hiperplasia y activación de células mesoteliales, con presencia de células atípicas aisladas, con citoplasma vacuolado y núcleo irregular, de cromatina grumosa, empujado hacia la periferia, sugestivo de malignidad por lo que se realiza un estudio en busca de un tumor de origen desconocido (Figura 2) (Figura 3) (Figura 4)  .

   La colonoscopia muestra una zona rígida entre 24 y 40 cm, sin afectación de la mucosa, de la que se toman biopsias en las que se observa una inflamación crónica inespecífica.

   En la gastroscopia se observa esofagitis péptica, cardias incompetente y hernia de hiato. El bulbo duodenal esta edematoso y en la segunda y tercera porción hay un eritema discreto y parcheado en la cumbre de los pliegues. Se toma biopsia de la zona. Se observa mucosa duodenal con una ligera atrofia muy focal de las vellosidades (Figura 5). En la lámina propia hay un infiltrado inflamatorio mixto. En la luz se observan múltiples formas en “pera” adheridas a la mucosa, con flagelos y presencia de dos núcleos, correspondientes a trofozoitos de Giardia lamblia (Figura 6) (Figura 7) (Figura 8).

   EVOLUCIÓN: Se realiza un tratamiento con metronidazol y antibióticos, siendo la evolución mala, con deterioro progresivo y muerte. No se le realiza autopsia.
 
   

DIAGNÓSTICO FINAL
 
   Al hacer un diagnóstico citológico de malignidad hay que tener en cuenta que hay otros procesos inflamatorios que lo pueden simular. La presencia de Giardias, enfermedad re-emergente, puede dar lugar a un cuadro importante clínicamente en los adultos.

   La autopsia tiene una enorme importancia en los procesos en los que el cuadro clínico no esta suficientemente aclarado.

   

DISCUSIÓN
 
   La Giardia lamblia (G. Duodenalis) es un protozoo flagelado de amplia distribución en el mundo. Es una causa común de enteritis. En el mundo occidental es el protozoo patógeno más común (1). Se le ha considerado enfermedad re-emergente (2).

   La infección puede observarse tanto en humanos como en animales. El ciclo de vida es vegetativo, con formación de quistes en la luz del intestino. No hay invasión de la mucosa. La infección se trasmite por vía fecal-oral. El agua o los alimentos pueden estar contaminados.

   Solo una minoría de los infectados son sintomáticos. La infección puede ser asintomática, o cursar con síntomas vagos no específicos. También puede producir dolor abdominal y diarreas de varios grados de severidad. Algunas están asociadas a malabsorción y perdida de peso. Hay casos descritos de pérdida de proteínas e hipoalbuminemia (3).

   La giardia produce una enfermedad aguda que puede durar una o dos semanas o mantenerse de forma crónica durante meses o años. El mecanismo de la enfermedad es desconocido, aunque se baraja la producción de una toxina. También se ha propuesto como mecanismo patogénico la obstrucción mecánica de la superficie de absorción del intestino. Diferentes individuos muestran distintos grados de síntomas cuando se infectan. El diagnóstico se realiza al observar el organismo al microscopio.

   La giardia parasita las vellosidades en el borde de absorción. Las vellosidades en la biopsia pueden ser normales o cercanas a la normalidad o mostrar muchos grados de aplanamiento. Puede haber un incremento en la celularidad en la lámina propia, de células plasmáticas y linfocitos.

   La gran variabilidad en los síntomas y en las biopsias sugiere que la inmunidad del paciente juega un gran papel. Aquellos pacientes, niños o adultos, con hipogammaglobulinemia o con perdida de niveles de IgA secretora, son más susceptibles de adquirir la infección y esta suele ser más severa (1, 4).

Esta enfermedad muestra mayor prevalencia en niños que en adultos, seguramente por tener una inmunidad posterior a un contacto previo. Afecta más a homosexuales, tanto VIH positivo como negativo.

   Como complicaciones se observa en un 40% intolerancia a disacáridos durante la infección detectable. Algunos individuos muestran síntomas después de 2 semanas. La infección crónica cursa con un síndrome de malabsorción y pérdida severa de peso. Se han observado casos crónicos en inmunodeficientes y en personas normales. Los casos crónicos sintomáticos son mas comunes en adultos que en niños.

   B. Citología del liquido ascitico: Las causas de la ascitis pueden ser múltiples. En nuestro caso existen dos que se pueden sobreponer. En primer lugar la existencia de una hepatopatía crónica con alteración de las pruebas de función hepática. En este caso el liquido ascítico suele tener un predominio de células mesoteliales reactivas y macrófagos. Puede haber problemas de interpretación debido a la presencia de atipias en células mesoteliales sueltas o en grupos que pueden simular un adenocarcinoma (5).

   La hipoproteinemia, que tenia también nuestra paciente, causa acúmulo de líquidos en las cavidades y edema generalizado. Las causas son variadas y entre otras está la nutrición inadecuada. Son generalmente trasudados con bajo nivel de proteínas (6). En los trasudados el contenido celular suele ser bajo y parecido al normal. Se pueden ver macrofagos, mesoteliales y linfocitos. Las características de estas células se pueden ver en la Tabla 1.

   Existen derrames sospechosos de malignidad en cuadros como: insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, embolia, infarto pulmonar, cirrosis, inflamaciones crónicas y otros. El diagnóstico diferencial ha de hacerse con hiperplasias mesoteliales y metástasis (7,8).

   El derrame maligno muestra células grandes sueltas y a veces grupos celulares cohesivos, con alteración en la relación núcleo citoplasma, con alteraciones en el contorno celular, núcleo hipercromático que suele tener nucleolo (9). Un liquido de estas características, como nuestro caso, orienta a un tumor.

   Cualquier tumor maligno, en especial los carcinomas y dentro de estos los adenocarcinomas, puede extenderse hacia el peritoneo, dando lugar a líquidos malignos, que se encuentran frecuentemente (10) Por el medio en el que se encuentra, la morfología celular difiere respecto a las de otras citologías. Si el origen del tumor es desconocido, en mujeres hay que buscar especialmente en: ovario, mama, tracto gastrointestinal y descartar un linfoma. En varones el tumor es más frecuentemente gastrointestinal, de páncreas o linfomas (7).

   El adenocarcinoma es el tumor que más afecta a las cavidades serosas (2). Las estadísticas varían de unos autores a otros. En 1999 Longatto y cols estudiaron 1168 líquidos ascíticos y los tumores más frecuentes encontrados en líquidos ascíticos fueron estomago (40,5%), ovario (26,2%) y mama (7,1%). En un 6,8% en ascitis, el origen del tumor permaneció desconocido.

   En este caso las células suelen estar en grupos, tridimensionales, formando luces en ocasiones, con citoplasma amplio y vacuolizaciones. La cromatina suele ser blanda y nucleolos prominentes.

   Pero hay que tener en cuenta que hay derrames benignos asociados a procesos inflamatorios agudos (protozoos y parásitos) que pueden producir líquidos peritoneales, como por ejemplo: pneumocistis carinii, hidatidosis por equinococo, giardiasis, estrongiloides y entamoebas (6). Estos parásitos pueden o no encontrarse en los líquidos. En cuanto a la Giardia, existe descrito un caso en el que después de un trauma abdominal se encontró el protozoo en el liquido peritoneal (11). En nuestro caso no se encontraron aunque se revisaron las preparaciones posteriormente.

   Hay también procesos inflamatorios crónicos e inespecíficos que ocasionalmente pueden mostrar grandes anomalías en las células mesoteliales.

   La sensibilidad de la citología es del 60-80%, con un número importante de falsos positivos y negativos. Hay un porcentaje de casos dudosos o sospechosos, un 15%. En casos de tumor, un 70% son inequívocamente positivos y el resto negativos o sospechosos. Según Koss 1992, hay entre un 2,9 y un 5,8% de líquidos peritoneales sospechosos. Su porcentaje ha disminuido en los últimos años siendo menor del 1% actualmente.

   Las células presentes en nuestro caso hicieron sospechar la presencia de un tumor, sin tener en cuenta que hay otras causas que pueden simular su morfología.

   El diagnóstico de malignidad debe ser evitado, si la morfología celular no es la óptima, si las células y tamaños nucleares son monótonos y el núcleo no está agrandado significativamente, si no hay anormalidades claras en el núcleo o si hay evidencia de procesos inflamatorios (6).

   Por otro lado hay que tener en cuenta que no todos los tumores proporcionan celularidad susceptible de estudio. Frecuentemente la tumoración provoca una importante hiperplasia reactiva que dificulta el reconocimiento de células tumorales. Es difícil, a veces casi imposible, diferenciar morfológicamente el mesotelio reactivo hiperplásico del maligno. También hay dificultad en diferenciar un adenocarcinoma metastásico de un mesotelioma o de la hiperplasia mesotelial.

   COMENTARIO FINAL: Un cuadro de ascitis y síndrome general en un paciente con factores que potencian la disminución de las defensas, deben hacernos pensar no solo en tumores, sino también en otros cuadros raros en adultos, como los infecciosos.

   En este caso hay que tener en cuenta que la hepatopatía crónica ha podido evolucionar a ascitis. En casos de cirrosis, pueden existir alteraciones citológicas significativas que pueden simular procesos malignos.

   El liquido ascítico reactivo puede inducir a errores en la citología por los grupos de células, de estructura pseudoglandular con núcleos de distintos tamaños y formas y presencia de vacuolas en el citoplasma. Se han descrito alteraciones en la morfología celular del liquido ascítico en algunos tipos de infección aguda o crónica que pueden dar confusión con tumores. Cuando hay una infección por Giardias, puede existir una perdida de proteínas y la disminución de proteínas puede contribuir a la ascitis.

   En esta paciente coexisten varios factores que pueden producir ascitis (alteraciones hepáticas, hipoproteinemia) y mantener una infección debido a la hiperglucemia repetida (Esquema 1).

   La autopsia en casos como el presente debería ser una herramienta fundamental para comprender y completar el cuadro.

   

 

NOTAS AL PIE DE PÁGINA
 
   Correspondencia: Marta M. Mayorga Fernández. Hospital Universitario Marques de Valdecilla. Santander, España. mailto:apamfm@humv.es
   

REFERENCIAS
 
1. Geisinger KR. Alimentary tract (Esophagus, stomach, small intestine, colon, rectum, anus, biliary tract). In: Bibbo M. Comprehensive Cytopathology. 1997. 2º Ed. WB Saunders Company. Philadelphia. Ch.18. Pg. 433.

2. Thompson RC. Giardiasis as a re-emerging infectious disease adn its zoonotic potential. Int J Parasitol 2000; 30: 1259-1267.

3. Sutton DL, Kamath KR. Giardiasis with protein-losing enteropathy. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1985; 4: 56-59.

4. Price AB. Small bowel infection. In: Oxford textbook of pathology. Pathology of systems. Vol. 2a. Oxford. Ed. McGee JO, Isaacson P, Wrighy NA. Oxford University Press 1992. Pg. 1217.

5. Gordons B. In: Practical cytopathology. Astarita RW. Ed. Churchill Livingstone. 1990. USA. Chapter 11: Cytology of body cavity fluids. Pg. 337-356.

6. Koss LG. Effusions in the absence of cancer. In: Diagnostic cytology and its histopathologic bases. Vol. 2. Ed. JB Lippincott company. 4Th. Philadelphia. Ed.1992. Chp. 25 Pg. 1082-1115.

7. De Agustin P. Manual de citología exfoliativa básica. Hospital Universitario “12 de Octubre”. Madrid, 1995. Pg. 61-69.

8. Frost JK. Pathologic processes affecting cells from inflammation to cancer. In: Bibbo M. Comprehensive Cytopathology. 1997. 2º Ed. WB Saunders Company. Philadelphia. Ch.6. Pg. 75-89.

9. Naylor B. Pleural, peritoneal, and pericardial fluids. In: Bibbo M. Comprehensive Cytopathology. 1997. 2º Ed. WB Saunders Company. Ch.24. Pg. 551-621.

10. Longato Filho A, Bisi H, Bortoloan J, Lombardo V, Alves VA. Frecuency of adenocarcinomas in serous effusions. Rev Assoc Med Bras 1999; 45: 327-336.

11. Block T, Davis TE, Schwenk GR. Giardia lamblia in peritoneal fluid. Acta Cytol 1987; 31: 783-784.