IV CONGRESO VIRTUAL HISPANO AMERICANO DE ANATOMÍA PATOLÓGICA IV-CVHAP

CONTENIDO

 

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MEDULOEPITELIOMA PIGMENTADO.

Santos-Briz A., Azorín D., Serrano R., Ricoy J. R.

Departamento de Anatomía Patológica, Hospital Universitario “12 de Octubre”. Madrid, España. 

IV-CVHAP 2001 PÓSTER-E - 101

Fecha recepción: 15/02/2001
Fecha publicación: 09/06/2001
 Evaluación: Ver "Taller de Patología Pediátrica"

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RESUMEN
 
   Introducción: El meduloepitelioma es un tumor raro del SNC que afecta a niños de corta edad con un comportamiento muy agresivo. Histológicamente se caracteriza por la presencia de células neoplásicas neuroepiteliales dispuestas en estructuras tubulares papilares o trabeculares que remedan el tubo neural embrionario. Hasta la fecha únicamente se ha descrito un caso de meduloepitelioma con pigmento melánico. Paciente y métodos: Niño de 6 años que presenta un cuadro de dolor dorsolumbar de días de evolución. El estudio radiológico mostró la presencia de varias formaciones nodulares isodensas en la médula espinal dorsal y lumbar. 

   Resultados: El estudio histológico mostró la imagen típica del meduloepitelioma, con estructuras tubulares, papilares y trabeculadas tapizadas por una membrana limitante interna PAS+, y presencia de numerosas mitosis en su superficie luminal. Focalmente , estas células mostraron la presencia de pigmento melánico. Se observaban además nidos de células primitivas indiferenciadas. 

   Conclusión: Desde su descripción en 1926, sólo se han descrito 36 casos de meduloepitelioma. Estos tumores se engloban, junto al meduloblastoma, el PNET supratentorial, el ependimoblastoma y el tumor rabdoide en el grupo de tumores primitivos neuroectodérmicos del SNC. Son tumores muy agresivos, con mal pronóstico, que afectan a niños, con una edad media de 3,9 años. Su localización es muy variada, aunque con mayor frecuencia periventricular. La presencia de pigmento melánico en un meduloepitelioma se ha interpretado como un signo de diferenciación neuroepitelial. Este hallazgo es excepcional, y obliga a hacer el diagnóstico diferencial con variedades pigmentadas de otros tumores, como el meduloblastoma, PNET, ependimoma, carcinomas de los plexos coroideos, metástasis de melanoma, etc.

Palabras clave: meduloepitelioma | sistema nervioso central | tumor neuroectodérmico primitivo | patología pediátrica
   

IMÁGENES

Figura 1.- El paciente presentaba masas hipodensas en asta posterior derecha, quiasma óptico, cerebelo, médula espinal dorsal y lumbar, así como hidrocefalia.

Figura 1

Figura 2.- Resonancia magnética de médula espinal dorsolumbar mostrando lesiones tumorales.

Figura 2

Figura 3.- proliferación neoplásica de densidad moderada constituida por estructuras tubulopapilares.

Figura 3

Figura 4.- Bajo la superficie externa del epitelio se observaba una membrana limitante eosinófila.

Figura 4

Figura 5.- Ocasionalmente se observaban figuras mitóticas, próximas a la superficie luminal de los túbulos. Nótese la presencia de células tumorales con pigmento intracitoplasmático.

Figura 5

Figura 6.- En amplias zonas, las células mostraron la presencia de un pigmento parduzco intracitoplasmático.

Figura 6



   

INTRODUCCIÓN
 
   El meduloepitelioma se describe como un tumor maligno, raro, que afecta a niños de corta edad, constituido histológicamente por células neoplásicas neuroepiteliales formando estructuras papilares, tubulares o trabeculares que recuerdan al tubo neural primitivo (1). Esta lesión pertenece al grupo de tumores embrionarios primitivos neuroectodérmicos, que constituyen una fracción importante de los tumores pediátricos del sistema nervioso central. Desde su descripción en 1926 por Bailey y Cushing (2), sólo se han descrito 36 casos de meduloepitelioma, y de ellos, sólo uno con pigmento melánico (3).
   

MATERIAL Y MÉTODOS
 
   Niño de 6 años de edad, sin antecedentes personales de interés, que presentaba un cuadro de dolor dorsolumbar de días de evolución. El estudio con resonancia magnética mostró la presencia de varias masas hipodensas con captación de contraste en asta posterior derecha, quiasma óptico, cerebelo, médula espinal dorsal y lumbar, así como tetrahidrocefalia (Figura 1 y Figura 2). Tras una toma de biopsia, se decidió tratar al paciente con radioterapia holocraneal y del neuroeje, tras lo que las lesiones desaparecieron durante cuatro meses. Después de este periodo el paciente sufrió una recidiva local de las lesiones, y empezó a ser tratado con radioterapia más quimioterapia. Actualmente, tras ocho meses, el paciente sigue con ese tratamiento, y muestra extensos signos radiológicos de afectación tumoral.
   

HALLAZGOS PATOLÓGICOS


   El estudio histológico mostró la presencia de una proliferación neoplásica de densidad moderada constituida por células de aspecto epitelial, formando estructuras tubulopapilares que remedaban la arquitectura del tubo neural primitivo (Figura 3). En la superficie luminal (interna) de los túbulos no se observaban cilios ni blefaroblastos. Bajo la superficie externa del epitelio se observaba una membrana limitante eosinófila (Figura 4). Las células mostraban una morfología cuboidea o cilíndrica. Los núcleos eran ovales, perpendiculares a las superficies luminal y externa, con cromatina en grumos. Ocasionalmente se observaban figuras mitóticas, próximas a la superficie luminal de los túbulos (Figura 5). En amplias zonas, las células mostraron la presencia de un pigmento parduzco intracitoplasmático (Figura 5Figura 6), positivo con la tinción de Masson-Fontana. Entremezclados con las estructuras tubulopapilares se observaban nidos sólidos de células indiferenciadas. El estudio inmunohistoquímico reveló positividad de las células tumorales para enolasa, sinaptofisina, citoqueratinas y proteína S-100.
   

DISCUSIÓN
 
   El meduloepitelioma es un tumor raro, muy agresivo, que junto con el ependimoblastoma, meduloblastoma, PNET supratentorial, pineoblastoma y tumor rabdoide constituyen un grupo de tumores de naturaleza embrionaria, a los que se ha denominado tumores neuroectodérmicos primitivos (1). El meduloepitelioma se caracteriza histológicamente por la presencia de estructuras papilares, tubulares o trabeculares que remedan el tubo neural de un embrión de 4-6 semanas. Afectan tipicamente a niños en la primera década de la vida, con una edad media de presentación de 3,9 años y sin diferencia entre sexos. La mayoría de los casos descritos mostraron una localización supratentorial, y con menor frecuencia cerebelosa, y generalmente en relación con los ventrículos cerebrales. Otras localizaciones incuyen el tronco del encéfalo (4, 5), ganglios basales (6), III ventrículo (7), canal sacro (8), etc. Los meduloepiteliomas son tumores grandes y en el momento del diagnóstico se presentan con síntomas de hipertensión intracraneal. Su imagen radiológica puede ser muy variable. Inicialmente, estos tumores se describen como bien circunscritos, isodensos con TAC, y no captadores de contraste (9). La resonancia magnética muestra lesiones hipointensas en T1 que tienden a captar contraste en estadios avanzados de progresión tumoral. Los meduloepiteliomas son tumores de rápido crecimiento. Su pronóstico es muy pobre: la supervivencia en los casos descritos varía entre días y más de 10 años, con una supervivencia media de 2,3 meses (3). Entre los factores que influyen en su fatal evolución se incluyen la diseminación subaracnoidea, la radiorresistencia, y la alta tasa de recidiva tumoral (10). El diagnóstico diferencial del meduloepitelioma incluye el ependimoblastoma, el carcinoma de plexos coroideos, los teratomas inmaduros, el ependimoma papilar, y tumores neuroectodérmicos primitivos (1, 6). El ependimoblastoma muestra rosetas de borde nítido sin membranas limitantes externas ni internas, ni presencia de mitosis en los bordes luminales. El carcinoma de plexos coroideos muestra una arquitectura más papilar, sin presencia de focos de diferenciación neuroectodérmica. El teratoma inmaduro puede presentar con frecuencia focos de diferenciación neuroectodérmica, pero mezcladas con tejidos de otras capas germinales. El ependimoma papilar muestra estructuras papilares con cilios o microvilli pero sin membranas limitantes. Por último, la presencia de focos pobremente diferenciados obliga al diagnóstico diferencial con otros tumores neuroetodérmicos primitivos, como el meduloblastoma. La presencia de pigmento melánico en un meduloepitelioma es excepcional, con un único caso descrito en la literatura por Sharma y cols (3). Se trataba de un niño de 9 años de edad con una masa en el IV ventrículo que infiltraba el vermis. Tras su extirpación el paciente falleció dos semanas después de la cirugía.

   A pesar de la rareza del caso, existen como sabemos, otros tumores del sistema nervioso central que pueden presentarse pigmentados, tales como el meduloblastoma, el carcinoma de plexos coroideos, el neuroblastoma olfatorio, y el meningioma (11). En el caso del meduloblastoma, y del meduloepitelioma, la presencia de pigmento puede interpretarse como un signo de diferenciación neuroepitelial. Además, la mala evolución de nuestro caso y la del caso publicado por Sharma, muy similar al de otros meduloepiteliomas convencionales, hace suponer que la presencia de pigmento melánico es un hallazgo que no influye en el pronóstico de estos tumores.
   

 

NOTAS AL PIE DE PÁGINA:
 
  
Correspondencia: A. Santos-Briz. Departamento de Anatomía Patológica. Hospital Universitario "12 de Octubre". Madrid, España. mailto:santosbriz@hotmail.com 
   

REFERENCIAS
 
1. Kleihues P, Cavenee WK. Medulloepithelioma. In Pathology & Genetics. Tumours of the Nervous System", 2000. World Health Organisation Classification of tumors, Lyon 124,126

2. Bailey P, Cushing H: A classification of the tumour of the glioma group with a histogenetic basis with correlated study of prognosis. Lippincott, Philadelphia, 1926, pp 26-48, 54-56.

3. Sharma MC, Mahapatra AK, Gaikwad S, Jain AK, Sarkar C. Pigmented medulloepithelioma: report of a case and review of the literature. Childs Nerv Syst. 1998;14:74-8.

4. Gullotta F, Entzian W.Clinical and morphological considerations concerning medulloepithelioma". Neurochirurgia 1975;18:193-9.

5. Tani E, Higashi N. Freeze-fracture study of human brain tumors. Childs Brain. 1975;1:46-71.

6. Scheithauer BW, Rubinstein LJ. Cerebral medulloepithelioma. Report of a case with multiple divergent neuroepithelial differentiation. Childs Brain. 1979;5:62-71.

7. Fujita S Medulloepithelioma: its place in histological classification of neuroectodermal tumors" Acta Pathol Jpn 1958;8:789-794

8. Karch SB, Urich H. Medulloepithelioma: definition of an entity. J Neuropathol Exp Neurol. 1972 ;31:27-53.

9. Molloy PT, Yachnis AT, Rorke LB, Dattilo JJ, Needle MN, Millar WS, Goldwein JW, Sutton LN, Phillips, PC. Central nervous system medulloepithelioma: a series of eight cases including two arising in the pons. J Neurosurg. 1996;84:430-6.

10. Burger PC, Scheithauer BW. Atlas of tumor pathology of the central nervous system, fasc 10, 3rd ser. Armed Forces Institute of Pathology, Washington DC, 136-142

11. Russel DS, Rubinstein J: Tumors of central neuroepithelial origin. In: Pathology of tumours of the nervous system, 5th edition.1989 Arnold, London, 202-203