La miositis osificante es un proceso reactivo, por lo tanto benigno, generalmente solitario y circunscripto que se desarrolla comúnmente en el músculo estriado, pero que puede ocurrir en otros tejidos como celular subcutáneo y tendones.

Como Ackerman y otros autores enunciaron, el término “miositis” no parece ser el adecuado para denominar esta neoformación ósea metaplásica, ya que no constituye un proceso inflamatorio, pero aún así el término permanece vigente. (1,2)

Muchas clasificaciones se han sugerido desde 1924, cuando Noble propuso dividirla en tres categorías principales:

a)      MIOSITIS OSIFICANTE PROGRESIVA: Trastorno metabólico hereditario que se manifiesta por osificación del tejido muscular y partes blandas, hombros, espalda y cuello. Comienza en la infancia y tiene un curso progresivo, hacia la invalidez.

b)      MIOSITIS OSIFICANTE PROGRESIVA CIRCUNSCRIPTA POSTRAUMÁTICA: Sigue a una injuria muscular aguda o crónica.

c)      MIOSITIS OSIFICANTE CIRCUNSCRIPTA SIN ANTECEDENTES DE TRAUMATISMO: Aparece “de novo” en un paciente sin antecedentes de traumatismo previo (1,7,8). Se desarrolla rápidamente, en 8 a 12 semanas, como una masa de partes blandas, dolorosa, con expresiones cutáneas eritematosas. Tiene mayor frecuencia en el sexo masculino, sin predilección por grupos etáreos. Las localizaciones más frecuentes en tejidos blandos, con relación a la proximidad de hueso resultan: espina ilíaca, acetábulo, trocánter mayor, parte media del fémur y húmero y metacarpianos. Mientras, que entre las localizaciones alejadas de las proximidades óseas, se expresan entre las más comunes: pared abdominal, axilas y glúteos. Llamativamente esta lesión, a diferencia de los sarcomas paraosteales, no se presenta en antebrazo, codos ni rodillas, sitios en los cuales por otro lado, frecuentemente se observan los osteosarcomas paraosteales. (2,7,8)

En las radiografías de los estadios iniciales, se observa sólo un leve aumento en la densidad de los tejidos blandos y la calcificación, raramente se presenta antes de la 3º o 4º semana de su evolución, en forma de opacificaciones floculares. En general, posteriormente a las 6 semanas del inicio del proceso, se encuentran dichas calcificaciones que son más densas hacia la periferia. El centro, siempre permanece no calcificado y una hendidura radiolúcida entre la lesión y el hueso subyacente, ayuda a distinguir la miositis osificante del osteosarcoma. Una angiografía puede revelar una fina neovascularización. (4,5,6)

La recurrencia luego de la cirugía no es rara, la regresión espontánea también ha sido documentada. (2)

La biopsia por aguja fina está contraindicada, debido a la característica arquitectural de la lesión, que puede llevar a un diagnóstico erróneo de sarcoma.

 

 

Paciente de sexo masculino de 26 años de edad, que consultó a nuestro hospital por una tumoración en axila derecha, dolorosa y adherida a los planos profundos. El paciente relató que meses previos, fue operado en la provincia de La Rioja (R.A.), por una lesión de similares características; no recuerda antecedentes traumáticos en la zona.

 

 

Se recibió una formación nodular de 4x2,5x2,5cm. Superficie ligeramente irregular, de colorido pardo, con áreas blanquecinas y consistencia firme. A superficie de corte mostró bordes definidos, de consistencia ósea de 3x2x2,5cm. En la periferia, se advirtieron tejidos blandos adyacentes.

 

 

Las secciones histológicas mostraron una lesión con un patrón de “zonificación” expresada por un área central, con una proliferación de células fusadas tipo miofibroblastos, (Microfotografía1) algunos con núcleos prominentes, (Microfotografía2) inmersos en una matriz laxa y ricamente vascularizada. Adyacente a esta, se identificó una zona intermedia, con formación de sustancia osteoide, con numerosos osteoblastos, frecuentes osteoclastos (Microfotografía3) y ocasionales islotes de cartílago. En la periferia se destacaba una diferenciación progresiva hacia trabéculas óseas maduras. (Microfotografía4)

El crecimiento de la lesión era expansivo, rodeada por tejido fibroso denso a modo de cápsula, con atrofia por compresión de las fibras musculares aledañas. (Microfotografía5)

 

La miositis osificante resulta un proceso proliferativo reactivo de naturaleza autolimitada, que característicamente manifiesta un patrón arquitectural zonal.

Este fenómeno de “zonificación” constituye la clave  para su diagnóstico. Sin embargo, las biopsias pequeñas crean dificultad en su interpretación y pueden confundirse con un osteosarcoma extraesquelético en el caso en que sean tomadas del centro de la lesión, o durante la fase proliferativa inicial. (2)

Abonan a favor del osteosarcoma extraesquelético un patrón más desordenado de crecimiento y, a veces, un efecto de “zonificación” inverso, con presencia de osteoide en el interior, y células fusadas en la periferia. Muestra, también, diferentes grados de atipia y destrucción de tejidos blandos adyacentes. (3)

El caso presentado, por sus rasgos anatomopatológicos, resultaba más adecuado considerarlo la expresión de una miositis osificante, variedad circunscripta. No obstante la evolución benigna de este tipo de lesión, por los antecedentes previos, la consideramos como una probable recidiva o una extirpación insuficiente, sugiriéndose un estricto control futuro del paciente.

 

 

Microfotografía1

 

Microfotografía2               Microfotografía3

 

Microfotografía4               Microfotografía5

 

 

1-      Paterson, D.: Myositis ossificans Circunscripta: Report of four cases without history of injury. J. Barres Joint Surg. 52:296-301. 1970.

2-      Ackerman, L.V.: Extra-osseous localized non-neoplastic bone and cartilage formation (for called M.O.) Clinical and pathological confusion with malignant neoplasm. J. Bone Join Surg 40ª: 279. 1958.

3-      Allin, C. C.; Martinez, M. G.; Baller, J.B.  Osteoma Cutis Journal Surg 32: 195. 1974.

4-      Skajaa, T.: Myositis ossificans traumatica. Acta Chir Scand, 116:68. 1958.

5-      Sumiyoshi, K.; Tsuneyoshi, M.; Enjoji, M.: Myositis ossificans. Clinicopathologic study of 21 cases. Acta Pathol Jpn 35: 1109-1112. 1985.

6-      Yagmai, I.: Myositis Ossificans. Diagnostic value of Arteriography.  Am. J. Roentgend. 128: 811-812. 1977 .

7-      Agilvie-Harris, D.; Hans, C.; Fornasier, V.: Pseudomalignant Myositis Ossificans. Heterotopic new bone formation without a history of trauma. J. Bone. Joint. Surg. 62ª 1274-1282. 1980.

8-      Drovet, A.; Marcel, S.; Guilloton, L.; Ribot, C.: Myositis Ossifican Circuscripta an secuelar of muscular ischemia. Two cases. Rev. Med. Inter. 19 (10): 734-739. 1998.

RESEÑA HISTÓRICA

El Hospital Nacional de Clínicas, es el Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba. Fue inaugurado el 24 de mayo de 1913, bajo la dirección del Prof. Dr. Pedro Vella, catedrático titular de Clínica Quirúrgica. La figura señera del Hospital, padre de ilustres médicos que continúan enriqueciendo al país con su saber, fue reconocida por el Poder Ejecutivo Nacional, quién por Decreto Nro 1472/96, lo declaró Monumento Histórico, para continuar con el liderazgo de su accionar entrelazando históricamente el presente con el pasado.

Material digitalizado y compaginado en laboratorios de

Roberto Alejandro Cabanillas Acerbi

INEG_Group@cordoba.com.ar